Cristiano

Publié le par Mojo de Caña

"Carnevale en Roma", Johannes Lingelbach

"Carnevale en Roma", Johannes Lingelbach

Todo lo que es profundo ama la máscara; las cosas más profundas de todas sienten incluso odio por la imagen y el símbolo.

Friedrich Nietzsche, Mas allá del bien y del mal, 1886.

Whatever is profound loves masks; what is most profound even hates image and parable.

Friedrich Nietzsche, Beyond Good and Evil, 1886

Después de cinco días de formación en Málaga, donde intercambiamos ideas con personas de todo el mundo, y dos semanas de vacaciones, he llegado con ganas de volver a trabajar. El trabajo que continúa encandilando por su variedad y motivación diaria. Los intercambios lingüísticos son siempre una buena manera de ampliar sus horizontes culturales y de informar a los jóvenes sobre las posibilidades de su crecimiento personal es una fuente de satisfacción continua.

Además a menudo llega un momento de tiempo libre, que con trabajo duro y un poco de dificultad, tratamos de aprovechar al máximo.

Ocurre tanto durante el carnaval aquí en Las Palmas, como en todas las demás islas del archipiélago soleado y luminoso (pero no demasiado). Imagínense la sorpresa de volver a Roma (donde por cierto un buen sol de invierno calienta la ciudad hasta los 18 grados, de febrero), y encontrar la nieve en los pueblos de montaña de Gran Canaria, con temperaturas de casi cero ... y yo, que regresé a Italia para esquiar un poco ..... :) :). Al día siguiente que había visto de primera mano la nieve a 30 kilómetros de Las Palmas, yo estaba en el mar para practicar surf y tomar el sol. Juro que el carnaval aún no había comenzado y que yo estaba perfectamente sobrio. Una isla muy particular, desde el punto de vista del clima.

Carnaval, es la transformación, inversión de roles, diversión. Máscaras increíbles, música, fiesta ininterrumpida. Por lo tanto vamos a tener que arremangarse y tomar ventaja de esta oportunidad para la diversión y la hilaridad. Puede que no lo crea, pero lo está logrando bastante bien. Desde el espacio dedicado al ocio parque de Santa Catalina tachonado de chiringuitos, a la ciudad en la ciudad de Vegueta y Triana (la parte antigua de Las Palmas), hasta el sur de la isla con sus fiestas internacionales coloradas y a veces extremas. Pues no te pierdas la oportunidad de pasar una noche con los amigos, tomando y bailando abajo del sol o de la lluvia.

Si la noche sigue ardiendo, los días son los mejores. De hecho se aproxima a la buena temporada, incluso si el clima subtropical es casi todo el todo el año adorable (muchas muchas gracias anticiclón de las Azores <3 <3 <3), con la llegada del verano, las temperaturas suben y el agua de el Atlántico se vuelve más suave. Así que para purificarse a sí mismo de las intensas noches de locura, es suficiente para encontrar una cualquier tabla y lanzarse entre las primeras olas que se encuentran en todas las playas.

El carnaval es la destrucción del sentido común, la transformación, el cambio, la paradoja. Precisamente por esto es conseguir un poco en el espíritu de no-sentido que evoca el carnaval, os dejamos con este bonito paradoja del filósofo, matemático, y si no hubiera sido suficiente, premio Nobel de literatura Bertrand Russell:

Español

En un lejano poblado de un antiguo emirato había un barbero llamado As-Samet diestro en afeitar cabezas y barbas, maestro en escamondar pies y en poner sanguijuelas. Un día el emir se dio cuenta de la falta de barberos en el emirato, y ordenó que los barberos sólo afeitaran a aquellas personas que no pudieran hacerlo por sí mismas (todas las personas debían ser afeitadas por el barbero o por ellas mismas).

Cierto día el emir llamó a As-Samet para que lo afeitara y él le contó sus angustias:

—En mi pueblo soy el único barbero. Si me afeito, entonces puedo afeitarme por mí mismo, por lo tanto no debería de afeitarme el barbero de mi pueblo ¡que soy yo! Pero si por el contrario, no me afeito, entonces algún barbero me debe afeitar ¡pero yo soy el único barbero de allí! El emir pensó que sus pensamientos eran tan profundos, que lo premió con la mano de la más virtuosa de sus hijas. Así, el barbero As-Samet vivió por siempre feliz.

Inglès

Suppose there is a town with just one male barber; and that every man in the town keeps himself clean-shaven: some by shaving themselves, some by attending the barber. It seems reasonable to imagine that the barber obeys the following rule: He shaves all and only those men in town who do not shave themselves.

Under this scenario, we can ask the following question: Does the barber shave himself?

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