Sara de viaje en Bulgaria
SOFIA
Esta vez tocó ir a Sofía, la capital de uno de los países más pobres y baratos de Europa; el intercambio está a 2 leva por 1 euro y ¡todo es muy muy barato!
Lo que más me sorprendió de esta ciudad balcánica es el contraste que se puede apreciar. La mayoría de los edificios son bloques soviéticos muy viejos, en los que parece que se paró el tiempo hace muchísimos años, pero de repente te puedes encontrar edificios muy modernos, como hoteles, intentando competir con la riqueza de un pasado imperial.
El interés turístico se centra en el bulevar Tsar Osvoboditel y sus alrededores. Pero sin duda alguna el monumento más fotografiado de Sofía es la impresionante Catedral Ortodoxa de Alexander Nevski, la cuál fue construida en honor a los soldados rusos que murieron durante la guerra de liberación del país.
Por todo el contraste que ofrece, Sofia es una ciudad que o te enamora o te espanta. Pero eso si, como te guste, vas a provocar una curiosidad tremenda por seguir conociendo más ciudades de los balcanes. Yo la recomiendo gratamente, aunque como dicen ¡para gustos están los viajes!
Curiosidades
Aunque en castellano lo llamemos Sofía, en realidad es sin tilde: Sofia.
¡Ojo! En Bulgaria, para decir que NO se mueve la cabeza de abajo a arriba y para decir SI de un lado al otro. ¿Quién dijo que sólo los británicos iban al revés del mundo?
Sofía fue una de las pocas ciudades que salvaron a TODOS sus ciudadanos judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Los búlgaros utilizan el nombre del abuelo paterno y de apellido el nombre del padre (pero con sufijo diferente dependiendo del género de la persona). Es muy gracioso porque dependiendo de la generación puede que coincidan nombre y apellido (Por ejemplo IvanaIvanova).
